Ramón Ramonet Riu

                  DOÑA BRUNISENDA DE FOIX/CASTELLBÒ/CARDONA

Desde mi niñez, cada año por la fiesta mayor tradicionalmente hice cola, como la mayoría de mis conciudadanos, para besar los pies de la imagen de Nuestra Señora del Claustro, la patrona de Solsona, llamada en vernáculo "Mare de Déu del Claustre. Cuando alcancé a tener conciencia de persona adulta, entendí que con tan devoto gesto (todo un desfile de fieles, eufemísticamente, es llamado Besamanos), además se homenajeaba a todos los antepasados que me precedieron en su devoción. Posteriormente, mi natural curiosidad me llevó a investigar las circunstancias que habían llevado aquella tan primorosamente esculpida imagen hasta la capilla lateral que ocupa dentro de la catedral de la ciudad de Solsona (provincia de Lérida).

Al estudiar los hechos históricos acontecidos, supe que también habían sido fieles devotos suyos muchos miles de personas muertas durante las nueve sucesivas cruzadas (hechas para exterminar a unos herejes que, después de todo, también eran gente bautizada), seguidas después por una muy cruel persecución inquisitorial en la vertiente norte de los Pirineos durante los siglos XII y XIV.

En realidad, tan sólo se salvaron de la masacre debida al "invento" de la Inquisición, aquellas personas que fueron protegidos por los condes de Foix, quienes, al mismo tiempo, fueron vizcondes de Castellbò, que actualmente es un pueblecito a pocos kilómetros de la Seo de Urgel. Largos años de persecución religiosa, obligaron al obispo de dicha ciudad a establecer su sede en el castillo-palacio de Olius del Solsonés durante muchas décadas. De aquellos avatares, resultó que Solsona construyó una gran catedral gótica, cuando actualmente en la Seo de Urgel aún conserven su primitivo templo románico.

El año 2005 divulgué una síntesis de mi exhaustiva investigación, escrita en lengua catalana -en una página -publicada en Internet-, a fin de avisar acerca de mis descubrimientos, con objeto de contribuir a la celebración (el mes de octubre del año 2006), al cincuentenario de la solemne coronación de la Patrona de Solsona.

Es una imagen de piedra oscurecida por el humo de las hogueras, por lo que actualmente parece ser de piedra negra, representando a una matrona sedente y coronada, la cual se presenta ricamente vestida para servir de asiento a su divino Hijo que está sentado en sus rodillas. Se la conoce hoy como la Mare de Déu del Claustre, porque allí fue encontrada.

Antes de seguir, plantearé un silogismo de mi invención, porque enmarcará lo hasta ahora expuesto, y al mismo tiempo servirá para comprender mejor lo que desarrollo después: Así como el mal, es fruto de la inconsciencia; el Bien, ha de surgir por actuar en conciencia;... empezando a notar sus beneficios en un acto tan simple como lo es el respirar.

La razón por la cual la condesa Brunisenda (en latín Brunicinda) casó con Roger IV de Foix, siendo la vizcondesa de Castellbò. Ella nació en el castillo de Ramón Folc IV de Cardona, (exactamente en su residencial palacio fortificado de Arbeca de Segarra, provincia de Lérida). Se puede argumentar que Brunissenda de Cardona (?-22 de març de 1293), siendo hija de Ramon Folc y Agnés de Torroja, Señora de Solsona, deseó ser enterrada por muy poderosos motivos, en la iglesia de Solsona en lugar de las dichas localidades más prestigiosas.

Brunisenda deseó estar hermanada con el monasterio de Santa María de Solsona, y al dictar su testamento, deseó reposar allí, a pesar de haber sido Condesa de Foix y vizcondesa de Castellbò. Gracias a la noticia de su defunción, registrada en el martirologio del monasterio de Santa María de Solsona, se entiende que, aquella noble señora, se enclaustró en la dicha comunidad femenina. En la noticia de su óbito se constata, también, que en fecha 22 de marzo del año 1293, la hermandad monástica de Santa María de Solsona aún existía. Por otra parte, si doña Brunisenda hubiese sido tan sólo monja de nombre (escribieron: Soror Nostra) sin residir allí, el enigma de su traslado, una vez difunta, aún resultaría ser un mayor enigma al representar mucho mayor trabajo por el desplazamiento.

A fin de no confundirla con otras damas llamadas Brunisenda, como la quinta hija de Roger Bernat III de Foix-Castellbò -muerta en 1339 en el Perigod, u otra hija homónima de Ramón III de Cardona y Juana d'Urgel, etc.,- a continuación transcribo la noticia del óbito de doña Brunisenda de Foix-Castellbò y Cardona, tal como consta en el libro del muy erudito reverendo Mn. Domingo Costa Bofarull, titulado: "Memorias de la ciudad de Solsona y su Iglesia" (vol. I, p.66- Apéndice XI- Ed. Balmes 1959).

"XI kal. aprilis anno Domini MCCXCIII obiit nobilissima Domina Brunicin. Dei Gratia Comtisa Fuxi et vicecomtissa Castriboni soror nostra".

                                                                             X                      X                   X

Según san Benito: "El monasterio es como una escuela mínima al servicio del Señor". En realidad, no hubo monjes ni monjas, durante los tres primeros siglos del cristianismo, pero después surgió un afán aislacionista entre los fieles, considerándose dicha iniciativa como un don divino. Sucedió que, al relajarse la fe, a ciertos individuos les hizo falta gozar de un retiro espiritual. Algunos anacoretas, por su austeridad, alcanzaron mucho carisma y devoción social. Vestir los hábitos en sus últimos años de vida, fue norma entre los soberanos y nobles del periodo medieval, pues si morían siendo monjes, esperaban haberse perdonar sus pecados. En los conventos se los admitió, no ya para formarlos con vistas a su bautizo, sino para que, como bautizados, se transformasen en "adultos hijos de Dios".

Visto que en Solsona hubo monasterios masculino y femenino, recordaré sus sucesivos templos románicos anteriores a la actual catedral gótica, que fue consagrada el año 1330. Con anterioridad, dichos templos románicos fueron consagrados los años: 916, 977. Por cierto, el tercer templo se consagró en dos fases, una en 1070 y otra en 1163, durante el señorío del noble Ramón de Torroja.

En el siglo XII, cuando el preclaro Arnau de Torroja, hijo de Solsona (después Gran Maestre Universal de la Orden del Temple y de Sión), regresó eventualmente a Cataluña (entre 1164 y 1280), se registró la extinción de cuatro condados catalanes de forma natural. Primero fueron los de Besalú y Cerdaña, y posteriormente los de Rosellón y Pallars Jusà. Todos sus patrimonios pasaron a la Casa de Barcelona, sin el menor litigio jurídico, ni violencia. Ello fue posible, por el cuidado en conservar los documentos acreditativos, y el reconocimiento oficial de las respectivas líneas de sangre de cada uno de dichos linajes hereditarios. Con esta referencia resalto la importancia de la genealogía en la Edad Media. En el caso de las familias de Foix-Castellbò, y Trencavel de Carcasona hubo una línea de sangre judía que permaneció oculta. Para demostrarlo, me referiré primero a los condes Trencavel, que fue el príncipe, Supremo Nasí, de los judíos de Septimania, por ser heredero de Theodorico de Toulouse. Éste dirigente religioso, había sido solicitado al califa de Bagdad por el padre del emperador Carlomagno, para ser lider espiritual de los judíos de Narbona.

Cuando, con el paso de los siglos, en la Septimania los judíos fueron impopulares, su príncipe (Supremo Nasi) Ramón Roger III Trencavel, siendo joven se exilió a Barcelona, donde los judíos en aún eran bien considerados, todo lo contrario que en sus posesiones del sur de Francia.

Sabiéndose portadores de la sangre del linaje del rey David, los condes occitanos convertidos al catolicismo, al menos en apariencia, asumieron, tan bien como los nobles Torroja, señores de Solsona, la rica influencia espiritual que en su tiempo predicaban los cátaros;... aquellos librepensadores que empezaron a ser perseguidos por considerarlos herejes, por disposición pontificia. Se decretó el último mes de vida de Arnau de Torroja, hijo del Señor de Solsona. Éste, no tenía suficiente con su castillo en la planicie, que quisó construirse otro, después llamado Castellvell -por apovechar unas ruinas en la cima del que llamaban Monte viejo.

Arnau, uno de los varios hijos del Señor de Solsona, en 1180 fue nombrado en Jerusalén: Gran Maestre Universal de las órdenes hermanas del Temple y de Sión. Como era norma en ambas òrdenes de caballería, después Arnau, siempre ayudó a los cátaros encubiertamente, como también a los judíos. El linaje de los Principes Nasi del sur de Francia, merece un poco más de atención, porque miles de personas murieron por dicha herejía. De aquellos "polvos", provienen unos "lodos" que hicieron crear la orden Rex-Deus, en oposición a los Rex-Mundi. (Los lideres católicos, y quienes se les opusieron).

Los reyes merovingios, fueron un linaje judío establecido en el sur de Francia, por ser el conde de Carcasona, Ramon III (Trencavel) descendiente directo de la Casa de David. El liderazgo (Nasi) recayó en Roger IV de Foix, casado con Brunisenda de Cardona. De su símbolo escondido, ya me ocupé cuando analicé la imagen de la Virgen y el Niño (esculpida en 1163, en Toulouse de Languedoc, por el maestro Gilabertus). El dicho linaje, es una interesante línea hereditaria, poseedora de la imagen. Ésta, desde el 1244 fue venerada en Solsona, cuando estaba bajo soberanía del poderoso vizconde de Cardona, padre de doña Brunisenda.

FOTO: LA IGLESIA DE OLIUS, TUVO SU RAZÓN DE SER AL TENER ALLÍ SU PALACIO EL OBISPO DE URGEL

LA CRIPTA DE LA CATEDRAL DE SOLSONA, SIGUE ENVUELTA EN EL MISTERIO

Me interesé tanto por la cripta de la primitiva iglesia románica de Santa María de Solsona, que a punto estuve de titular estas páginas "LA CRIPTA MISTERIOSA". Lo evitó, la prioridad de atender a los altos ideales espirituales de la condesa Brunisenda de Foix-Castellbò, porque incluso ella misma merece una investigación, y más aún es merecedora del recuerdo de quienes hayan nacido en Solsona y quieran, consecuentemente, conocer sus raíces históricas, por mas que fuesen muy convulsas.

Establecido ya, que existió doña Brunisenda de Foix-Castellbò, y que Solsona tuvo dos comunidades monacales, hay que remitirse a un enigma colateral: ¿En la primitiva cripta románica la catedral de Solsona, se conservan aún en la actualidad, sus restos mortuorios? Es un espació germinal de todo templo que es impensable que hubiese sido destruido, pero tanto así resulta de ignorada su existencia. La cripta de la catedral románica de Santa María de Solsona, en realidad tiene que ser mucho mejor y más espaciosa en aquel templo románico, que en las vecinas iglesias del castillo de Cardona, o la de Olius.

Ambas iglesias, actualmente siguen exhibiendo unos bellísimos subterráneos, construidos en el más puro arte Románico, pues parecen ser lo principal de sus templos. Las obras de la construcción de la catedral de Solsona, en 1163, dejaron al menos igual de bonita la cripta subterránea (desde la cual –metafóricamente- se supone que es allí donde germina la simiente, que acabará dando las más altas bóvedas de todo templo gótico). Por tal motivo se ubican siempre bajo el suelo de la sacristía, o sea, entre el ábside románico y el del la catedral gótica que después abrazaría el altar mayor.

Se averiguó, que hubo un traslado de restos mortuorios dentro de la catedral, pero sin relación alguna con la cripta. Sólo una vez se puede leer que la cripta fue rellenada con tierra entre 1624 y 1628, al reforzar el ábside gótico de la actual catedral. Pero aun así, nunca se mencionó su contenido, y mucho menos el sepulcro de doña Brunisenda.

Tampoco se sabe nada de los de los dos sepulcros de los condes de Urgel que consiguieron ver cumplidos sus deseos de ser enterrados allí. Fueron Ermengol IV (+1092), su hijo Ermongol V (+1102), y ni siquiera se encontró referencia alguna de que sus restos fuesen antes movidos. Ser enterrados en la cripta de Santa María de Solsona lo desearon igualmente varios otros condes de Urgel, pero al morir muy lejos, nunca los trasladaron. Uno que se guardaba en el monasterio femenino de Sant Joan de les Abadeses, fue a parar a América, y ahora se conforman con exhibir una copia.

FOTO: EL CASTILLO DE MONTSEGUR, Y SU ALTAR, SIGUEN BIEN IDENTIFICADOS

Haciendo historia, recordaré que al rendirse los defensores cátaros de Montsegur el año 1244, previamente a su salida lograron salvar los símbolos de su fe, siendo el principal la imagen románica hecha de piedra, la cual fue nombrada Patrona de la ciudad de Solsona. Debidamente "regenerada" por un oportuno hallazgo dentro del pozo de la catedral, representa -mejor que ninguna otra imagen románica-, a la que en todas partes se ha venido considerando que es la Virgen María con su Hijo. En el lugar del castillo de Montsegur, donde fue venerada, aún se distinge perfectamente, que las peñas del suelo dibujan: un "Ave, con con sus alas desplegadasas, saliendo de una forma de letra (V) uve, que hay que entender como metafórico diseño de: Un vientre embrazado por el Espíritu Santo. Tal es la idea herética de los cátaros de la "compañera/discípula/esposa" de Jesús: María Magdalena (M.M.).

Con la dicha imagen, que los cátaros llamaban "Mani", también pusieron a salvo sus otros tesoros espirituales, siendo el más famoso de ellos el "Libro del Amor". Se trata de un supuesto evangelio escrito por Jesucristo, del cual se gicieron diversas copias, siendo verosímil que impregnase el "Evangelio de san Felipe".

Evitaré entrar en polémicos debates, para limitarme al "Libro del Amor", el cual dejó de ser referenciado justamente después del año 1244. Según creyeron los libre-pensadores (herejes) cátaros, ellos eran los más puros de los heterodoxos, y su guía se decía que era un evangelio especial, porque lo habría escrito el propio Jesús de Nazaret, y ellos creyeron estar en posesión de una de las copias. De ser cierto, en mi opinión, seguiría el mismo camino que la "Mani, que fue su símbolo sagrado", después de ser de nuevo entronizado donde yo nací, como una de las tantísimas imágenes de la "Madre-de-dios".

La periodista e investigadora Kathleen McGowan, ocupó muy competentemente del "Libro Rosso" de Lucca , en su novela "La Esperada", que es la "Primera parte" de su trilogía, que son libros dedicados al linaje del Rey David. Se remite a los avatares de los discípulos de Jesús, después de haberse refugiado sus descendientes en tierras del Sur de Francia. Aunque ella noveló sobre unos presuntos escritos, todavía nunca encontrados, yo debo recomendar su obra, por complementar mis tesis, especialmente en lo referente a la historia de la Toscana, donde nació Leonardo de Vinci.

Opinó McGowan, que el evangelio atribuido a Jesús de Nazaret, serían enseñanzas sobre el verdadero amor, al cual texto se añadieron dos anexos: Las "Profecías de la hija de María MagdalenaHYPERLINK "https://webspace.webring.com/people/or/ramonetriu/magdalena.html", seguido de los "Hechos de los Apóstoles".

LA INVIOLADA CRIPTA DE LA IGLESIA ROMÁNICA DE LA CATEDRAL DE SOLSONA

El tema de este escrito tiene su punto focal en la cripta de la catedral de Solsona. Es una referencia que no hay que perder. Es una obra muy anterior al impulsor del templo gótico, que fue el padre de Arnau de Torroja, y constructor del templo gótico actual. Quizá existan más vestigios del pasado que los despojos de los condes de Urgel, allí enterrados. Siempre he clamado -en vano- para que se hiciese aquella cripta de nuevo accesible, ya que podría haberse escondido allí algún pergamino trascendental, capaz de esclarecer conceptos básicos de unas creencias mal conocidas.

Se debería resolver el enigma de si existe -o no-, algún escondite ignorado en la primitiva cripta, puesto que sólo haciéndola accesible, revalorizaría mucho la catedral de Solsona, y de toda la ciudad, por no decir de todo el patrimonio cultural de Cataluña y del mundo católico.

Además, dado que yo he meditado mucho en como hacerlo fácil, opino que sería incluso muy económico, dado que, al construirse una carretera antaño -por el exterior-, se descalzó el ábside dos metros, con lo cual sólo se necesitaría horadar la piedra a nivel de suelo para llegar al tan ignorado espacio y recuperar las tumbas de los nobles antes citados,... y otros que probablemente nos sorprendiesen.

Quizá se evite hacerlo, precisamente por el temor a las controversias que un tal hallazgo podría representar. En cualquier caso, investigar a fondo aquel subterráneo espacio sagrado, sellado, acabaría también con todo tipo de especulaciones y sospechas. Porque las hay; a pesar de que los eclesiásticos las ignoren, al haber sido siempre excesivamente respetados por sus feligreses. Es debido a ello, que todos -ellos y los demás-, permanecemos desconocedores de nuestro pasado.

El ilustre canónigo Mn. Antoni Llorens, archivero de Solsona, después de la guerra de 1939, estuvo presente cuando los encargados de la restauración de la catedral de Santa María de Solsona abrieron el espacio donde estuvo la cripta, y nos dejó escrito su testimonio, aunque su posterior empeño en que se investigase a fondo, tampoco nunca tuvo éxito. El sondeo que presenció, sólo perforó 2,22 m. de profundidad, desde el nivel del suelo de las baldosas de la sacristía. El canónigo archivero, escribió en su libro: "Solsona i el Solsonès en la Història de Catalunya", que en lo más profundo pudo ver una columna, cuya base era un elevado zócalo. Es desolador, que se renuncie a investigar algo que, culturalmente hablando, enriquecería a todo el mundo. ¿Cómo ha sido posible que ni tan solo se haya intentado nunca?

PROTEGER LOS DESPOJOS DE DOÑA BRUNISENDA, NO JUSTIFICA EVITAR EXCAVAR

El movil de este escrito, es tratar de dilucidar el por qué doña Brunisenda deseó hacer depositar su cadáver en Solsona. Después del repaso de las circunstancias históricas expuestas, sospecho que sólo pudo motivarlo el que ella, al igual que Esclaramonda de Foix (Esclarmonde), casada con el vizconde de Cardona (los dos hermanos habían celebrado un doble enlace), también era muy devota de la imagen de la actual Patrona de Solsona.

¿Quizá, doña Brunisenda era la última buena conocedora del simbolismo cátaro que impregnó la dicha imagen de piedra negra? Recordaré que, milagrosamente, apareció en el pozo que actualmente está en el centro de los claustros de la catedral. Seguramente sería escondida el año en 1244. Fue el mismo año de la rendición del emblemático castillo de Montsegur, en la vertiente norte de los Pirineos. Está bien registrado en las actas de los inquisidores que de aquel castillo, la noche antes de la rendición, lograron escapar cuatro personas llevándose el tesoro espiritual (Mani) del catarismo.

Después, en Santa María de Solsona, aun pasaron cincuenta y dos años, antes de construirse el claustro alrededor del pozo del recinto románico de la iglesia. Es decir, fueron empezados en vida de doña Brunisenda.

Confiemos en que cuando una pregunta está bien planteada, lleve en si misma la respuesta. O al menos, se atisben los ignorados motivos; pues nadie necesita comerse una vaca entera para apreciar si el filete sabe bien. Así pues, ante la imposibilidad de demostrar documentalmente lo que había en la mente de doña Brunisenda, recuérdese el repaso cronológico de los acontecimientos que le tocó vivir, pero antes, es necesario tomar perspectiva y presentar otros hechos históricos acontecidos en su familia durante su juventud.

LAS FAMILIAS DE FOIX-CASTELLBÒ EMPARENTADAS CON CARDONA Y TORROJA

El Señor feudal de Solsona era el vizconde Ramón Folc IV de Cardona (1227-1241), quien había participado en la batalla de las Navas junto al rey Pedro II, y al año siguiente también participó en la batalla de Muret. En cambio, el año 1229 Ramón Folc se enemistó con el rey Jaime I y se negó a acompañarle en la conquista de Mallorca.

En 1246 el vizconde Ramón Folc V de Cardona, era el nuevo Señor de Solsona, y como tal extendió una carta de protección (Guiatge), firmada por muy numerosos nobles para proteger a la Iglesia y monasterio de Solsona y a todos sus vasallos. Era una comunidad religiosa de máximo prestigio, dado que el superior de aquellos monjes agustinianos firmó en Lérida como procurador del Obispo de Urgel. Es obvio, ya que el mitrado tenía su seo en Olius, junto al río Cardener, a sólo 5 km. de Solsona, debido a los continuos ataques de los Foix-Castellbò contra las posesiones eclesiásticas del Urgellet.

En Olius del Solsonés, el obispo tenía un modesto palacio donde vivió refugiado por miedo a sus enemigos del Alto Urgel. En Solsona, los documentos eclesiásticos de entonces nunca, en sus ceremonias, consta que previniesen la ausencia del obispo de Urgel. A pesar de su huida de la capital del Alto Urgel, aquella población conservó el renombre indicativo de tener mitrado, pero en realidad el obispo ejercía sus funciones afincado cerca de Solsona, enviando representantes delegados para con los canónigos de su sede oficial. Desde 1278, también los delegó para adoctrinar a sus fieles de los profundos valles de Andorra.

Tanto la iglesia como su monasterio de Solsona, en los siglos XII y XIII, tuvieron una gran relevancia. El conde Ermengol IX de Urgel, en 1283, ante cuatro nobles actuando de testigos, otorgó muy generosos privilegios al prepósito Poncio de Vilaró de aquella comunidad y al resto de sus canónigos, confirmándoles todas las donaciones y libertades que tenían desde antaño. Asimismo, en 1287 el rey Alfonso II comisionó como embajador ante la corte de Inglaterra al monje de Solsona, llamado Gilabert de Cruïlles, quien también fue enviado dos veces al Vaticano por asuntos de Estado. Para acabar de evidenciar la importancia de aquella comunidad del centro geográfico de Cataluña, recordaré que el prepósito del monasterio llamado Berenguer de Puigvert, representó al rey Alfonso II al firmarse en Provenza la llamada "Paz de Tarascon".

El abad superior, llamado Ponç de Vilaró, (entonces Señor del actual municipio de Llanera del Solsonés, quien, al traspasar a mejor vida doña Brunisenda de Foix-Castellbò, y como si él dispusiese de toda su herencia, en consenso con los poderes socio-militares, decidió emprender la construcción de una gran catedral gótica (9.9.1296), quedando la cripta desde entonces aislada en la actual sacristía. Es el espacio entre los dos ábsides, el románico y el gótico, que abraza el altar mayor de la gran nave de la catedral de Solsona. Por cierto, en sus bóvedas se revela un misterio que yo debo atribuir a la ingeniería de la orden del Temple de Jerusalén. Les recomiendo mi investigación clicando a la página general de enlaces de mi obra -Main site-  https://revision-cultural.webnode.es/

Siguieron seis años de grandes mejoras sociales, pues en 1297 se promulgaron normas municipales para regular la convivencia entre los habitantes de las dos jurisdicciones de Solsona. Se alteró aquella paz, porque al construirse en Solsona unas nuevas murallas, el vizconde de Cardona quiso dejar sin protección el núcleo primitivo, o sea, aquel sector cuyos habitantes contemplaban el templo románico situado en lo alto de una colina. Quedaron fuera de las nuevas murallas, a pesar de ser donde, aún hoy, siguen manando las únicas fuentes de la naturales, y menospreciando el hecho de que aquellos súbditos suyos vivían a orillas del río Negro.

LOS PROTECTORES DE LA MILAGROSA IMAGEN DE "EL CLAUSTRO" DE SOLSONA

Las dos primeras piadosas donaciones que se conocen, hechas a la bruna Virgen del Claustro, de la actual catedral de Solsona, están fechada en los meses de enero y mayo del año 1248. Hay que tener en cuenta que en aquella iglesia, cuando sucedió la milagrosa aparición de una escultura de piedra bellísima, ya era venerada una típica talla de madera representando a María y su divino Hijo, muy parecida a las toscas imágenes que se hacían en toda la zona sur de los Pirineos. Para desentronizar la dicha Virgen de madera, que era la titular, se necesitó un tiempo, y mientras ello no fue posible, la milagrosa imagen de piedra de color rojizo oscuro, ocupó un discreto lugar en una simple capilla cerca del pozo de su aparición.

El año 1249, murió la mejor protectora que haya podido tener la imagen Patrona de Solsona. Fue doña Esclaramonda de Cardona-Foix-Castellbò (Esclarmonde - Esclaramunda en castellano). Esclaramonda, estaba casada con el conde Roger IV de Foix-Castellbò, en quien recayó el título de príncipe Nasi de los judíos oriundos del Sur de Francia. Él era el único capaz de organizar el traslado, ocultación y recuperación de la imagen, que es la actual patrona de Solsona.

El día 27 de enero de 1252, el propósito Poncio de Vilaró, de la comunidad religiosa de Solsona, compró la zona de Riner, avalado por veinte fiadores, al conde Cabrera;… quien posteriormente se enemistó con el de Foix-Castellbò, seguramente por haber destinado a la zona tal cantidad de herejes occitanos perseguidos, que rebosaban lo límites territoriales establecidos por contrato. Toda la comarca del Solsonés estuvo ocupada con tanta discreción como fue posible por los transterrados herejes. Muchos apellidos actuales de la ciudad de Solsona aún recuerdan aquellos emigrantes. Además, tiempo después, al temer los franceses la persecución de los protestantes hugonotes, en el siglo XVI se repitió, al ser ellos herederos de las mismas ideas que doña Esclaramonda y doña Brunisenda llevaron en secreto absoluto.

La nave gótica de la catedral de Solsona, se inició el día 25 de mayo de 1299, por el empeño que puso en ello el prepósito Ponç de Vilaró (1265-1303). Él consiguió los fondos abiertamente del vizconde Ramón Folc de Cardona y del conde Ermengol de Urgel, pero encubiertamente también del conde Roger Bernat III.

Los cátaros refugiados, tuvieron cierta "protección" encubierta por parte del superior de la comunidad monástica, el prepósito Ponç de Vilaró. Es evidente que se lo inspiraría el amor que sintió por la imagen milagrosamente sacada de Montsegur, llevada a Solsona. Allí, siempre en gran secreto, fue escondida en el pozo, al entorno del cual Ponç de Vilaró inició la construcción de los claustros unos años después. De hecho, Ponç de Vilaró desde que era joven estuvo muy implicado en la recuperación "milagrosa" de la imagen oculta en el modesto pozo cerca de su iglesia. Ponç de Vilaró acabó sus días en 1303, siendo obispo de la catedral de Vic (Osona), pero ni así renunció a que su cadáver permaneciese para siempre junto a la imagen de la Mare de Déu del Claustre, y en efecto tanto los sepulcros de él, como el de su hermano más joven, siguen a la imagen de Nuestra Señora del Claustro por todos las capillas donde ha ido siendo venerada.

Al hijo de Ponç de Vilaró, llamado Arnau, en 1283 el administrador del monasterio de Solsona (cellerer) llamado Ponç de Cap-de-Porc, le vendió terrenos de la comunidad religiosa que lindaban con la iglesia de Santa María, siendo lo más parecido a la creación de un "mini-feudo pro-cátaro" a su entorno. No hay que olvidar, que un miembro de esta familia con el ignomioso apellido Cap-de-Porc, estuvo entre los últimos defensores del castillo de Montsegur (Ariege) antes de rendirse a Francia en 1244. Durante exactamente un siglo, varios familiares suyos aparecen unidos a Jaime I y al vizconde de Cardona. (Véase mi investigación en las "Actes del Primer Congrès d'Història de l'Església Catalana "; Vol. II, p.463-Solsona 1993).

Cuando el paborde Ponç de Vilaró -el 11 de septiembre de 1283-, fue obispo de Vic, Ramón Folc de Cardona (de pequeño llamado Ramonet, y de mayor: el Prohom), se le agrió mucho su carácter, afectando para mal a su relación con los religiosos del monasterio de Santa María de Solsona. Se les enfrentó, alegando que era el heredero de Agnès de Torroja de Solsona, y pretendió tener derecho a reclamar las tierras de la iglesia de Santa María. Pronto se le habían olvidado los años que vivió con su repudiada madre en el Castellvell de Solsona, cuando extendía privilegios con tal de que se creyese en sus promesas. El más importante documento de entonces, fue un acta de confirmación de privilegios que gozaban los habitantes de Solsona desde tiempos antiguos, firmado en mes de noviembre de 1314.

FOTO: DIFERENTES PERSPECTIVAS DEL CASTELLVELL, DE OLIUS (IDEALIZADA: PRIMERA  IZQUIERDA)

CATAROS ESCAPADOS DEL LANGUEDOC (MIDI FRANCÉS)

Varias décadas después de perder sus condados del Languedoc, los condes Ramón Roger III Trencavel, y Roger IV de Foix-Castellbò se prepararon para promover una insurrección y conseguir recuperar sus antiguos dominios del otro lado de los Pirineos, a pesar de haberlos sometido voluntariamente antes a los reyes capetos de Francia. Lo consiguieron eventualmente, puesto que reconquistaron Carcasona el año 1240, pero, al ser vencido de nuevo Ramón Roger III de Foix, su aliado Trencavel acabó renunciando incluso al señorío de Béziers (1247) a cambio de una renta anual.

En abril de 1244 el cátaro Bernat de Alió, insólitamente pactó varias veces con su eterno enemigo el obispo de Urgel, residente en Solsona. Entre la firmas consta la del cátaro Lupo de Foix, que fue hermano de Esclaramonda de Foix. Es muy insólito encontrarlo, dado que en la cercana Berga entonces los cátaros eran perseguidos con saña (19.5.1244). En Solsona la inquisición era muy poderosa, pues había excomulgado incluso al belicoso conde Roger IV, a pesar de haber participado en año anterior en la reconquista de Valencia. Para nadie era secreto que ayudaban a los cátaros, y además tenían ascendientes judíos, pues incluso sus nombres lo evidenciaban.

Cuando el conde Trencavel de Carcasona, que fue el supremo principe Nasi de los judíos del Languedoc, falleció sin haber tenido hijos, su heredero universal fue su intimo amigo -y fiel aliado- el conde Roger IV, porque era descendiente directo de Cecilia Trencavel, primogénita de Ramón I Trencavel, vizconde de Béziers, Carcasona y Razés, al estar casada con Roger Bernat I de Foix "el Gordo". Por tales ancestros, el conde Roger IV de Foix-Castellbò (+1265), que era hermano de doña Esclaramonda de Foix/Cardona (y de doña Cecilia, condesa de Urgel), estaba casado con doña Brunisenda de Cardona, pasó a ser, en secreto, el legítimo Supremo Nasí de los judíos de cada lado de los Pirineos. Llevaron en sus venas la sangre del Rey David, la cual posteriormente aún pasó de la Casa de Foix a los Arbret de Navarra, llegando dicha titularidad -por los navarros-, de nuevo a los reyes de Francia. Me estoy refiriendo a un secreto, que los historiadores consideran el mejor guardado.

FOTO. NOBLES EMPARENTADOS HICIERON POSIBLE LA SALVAGUARDA DE LA "MANI"

Esa investigación, en realidad a mí me resultó muy penosa, porque en mis primeros intentos, algunas veces yo confundí a la tan importante condesa de Foix-vizcondesa de Cardona, con una homónima que también había nacido en Foix (actual Ariege) un siglo después.

La fallecida doña Brunisenda de Foix/ Castellbò/Cardona, o sea, la hermana del vizconde de Cardona, deseó fervorosamente ser enterrada en Solsona, debido a ser conocedora del traslado hasta aquella lejana iglesia del centro de Cataluña, de la sagrada imagen del AMOR (por cierto, al revés de ROMA), llamada "Mani" entre los librepensadores de Occitania.

La bruna imagen, está labrada en piedra, con un acabado casi de orfebrería. En cualquier caso, se trata de una escultura muy superior por aplicarle las técnicas de los artesanos al sur de los Pirineos. Representa a una reina sentada en su trono, coronada y con cetro con dos aves picoteando una piña. Las tallas que se han conservado de sus copias, antes de que fuese rota por los ejércitos de Napoleón en retirada, varían en la forma de su cetro consistente en que la talla de la virgen sostiene tres vástagos floridos que salen por encima de su mano derecha cerrada.

Según las últimas investigaciones quieren resaltar, para los cátaros no era la Virgen María, sino que aquellos libre-pensadores, tenidos por herejes, veían la dicha imagen de piedra como si representase a María Magdalena, con su divino Hijo, pues para los gnósticos y los cátaros era muy venerada en el Sur de Francia en toda la Edad Media.

Según una antigua tradición, un grupo de seguidores próximos a Jesús, en el siglo I, habrían desembarcado, quizá accidentalmente, en el sur de las Galias, pues era donde el Imperio Romano reunía a los caídos en desgracia, entre los cuales: Poncio Pilatos, o el mismísimo rey Herodes.

Todo lo dicho, podría justificar el muy insólito gran interés del conde Roger IV de Foix, vizconde de Castellbò, por conservar su señorío sobre la villa de Solsona. Posteriormente, adquirió de su cuñado, el vizconde Ramón Folc de Cardona, además los derechos sobre otras zonas de su vasto entorno, pagándole de entrada 30.000 sueldos melgoreses. Roger Bernat II de Foix-Castellbò y el vizconde Ramón Folc IV de Cardona, tuvieron tan fuerte relación, que incluso realizaron un doble enlace entre sus hijos e hijas. Roger IV se casó con Brunisenda, mientras que el mismo día el hijo heredero del conde Ramón Folc de Cardona se casó con Esclaramonda de Foix-Castellbò. A ésta, por ser muy joven, le asignaron como confesor-instructor al mismísimo san Ramón Nonato, hijo de los nobles Gruny de Gerona, oriundos de la vertiente norte de los Pirineos.

FOTO: TALLA POLICROMADA, ANTERIOR A LA ACTUAL DE PIEDRA VENERADA EN SOLSONA

                 EXTRACTO DE LOS CONVULSO AÑOS DEL TRASVASE DE HEREJES AL SUR DE LOS PIRINEOS

El rey Jaime I condenó -en el año 1249-, al conde Roger IV, de Foix-Castellbò, incluyendo además a sus difuntos antepasados, por ser todos ellos herejes cátaros. Aquel fue un año pésimo para Foix, y para todo el Languedoc (actual Midí), ya que al morir el conde Ramón VII de Toulouse (27.9.1249), la sucesión recayó en Alfonso de Poitiers, quien terminó con las esperanzas de independencia en Occitania. Allí los habitantes vivían muy atemorizados, y quienes veían venir los estragos que hizo después la Inquisición, no pensaban sino en tener la oportunidad de escapar hasta Cataluña, donde sabían que la Casa de Foix allí era tanto, o más, poderosa que en el Ariege francés.

Presentar mejor a Roger Bernat III (1265-1302), informará acerca de buena parte de cuanto doña Brunisenda tuvo en mente a lo largo de su vida. (Recuérdese que falleció: Anno Domini MCCXCIII obiit). Al poco tiempo de ejercer como conde titular Roger Bernat III, éste ya participó en las luchas sucesorias del condado de Urgel, aliado con el vizconde de Cardona. Juntos guerrearon contra las tropas del gran senescal, el conde de Montcada, que tenía el apoyo del rey. Cuando en 1269, le impusieron a Roger Bernat III, conde de Foix y vizconde de Castellbò, firmar la paz, en recompensa le fue reconocida su heredad patrimonial. Fue un perdón generoso del rey, pero planeaba el peligro de una nueva expropiación, debido a las acusaciones de herejía que se habían presentado contra el antiguo vizconde Arnau de Castellbò, bisabuelo de Roger Bernat de Foix, y contra la vizcondesa Ermesenda de Castellbó, su abuela.

El violento y muy hábil Roger Bernat III de Foix-Castellbò, en 1268 se alió con Ramón de Josa del Cadí (quien posteriormente residió en Solsona, de donde incluso fue alcalde por parte del vizconde de Cardona), y ambos se hicieron dueños de la zona alta del río Segre. Jaime I se vio obligado a cederles varios castillos (11.5.1269) a fin de que hubiese paz en dicha zona prepirenaica. (ACA: 11, folio 25; y Eduard González Hurterbisbe: "Doc. Inèdit del rey Jaume I", al "II y al III "Congreso de Historia C. A."; Barcelona 1908-1923, en dos volúmenes).

El conde Roger Bernat III de Foix-Castellbò, estableció una alianza con Guerau V de Armanyac contra el señor de Sompui, que pidió ayuda al rey Felipe III de Francia. El rey citó el conde Roger Bernat III a su presencia, pero no se presentó. El 1271, el rey envió contra el dicho conde a Eustaque de Beaumarchais, el senescal de Toulouse. Al morir el rey francés aquel año, fue sucedido por Felipe IV, y el conde Roger Bernat III ofreció al infante Pedro III. En 1271 también murió el conde de Toulouse del Languedoc, y entonces sus ciudadanos se ofrecieron al infante Pedro III invitándole a que los invadiese, como último recurso para evitar ser franceses. Pedro III lo deseaba, y para insistir ante Jaime I se presentó en la corte de Zaragoza, pero allí su padre se lo prohibió de nuevo (Miret Sanç: "Itinerario..."; vol. I p.453-4).

Roger Bernat III fue sitiado en su castillo de Foix, en 1272, por el rey Jaime I, que le invitó a negociar la paz, pero no le aceptó las condiciones, por lo cual fue vencido y al fin debió de rendirse. El día 5 de junio del mismo año Roger Bernat III fue encarcelado en Carcasona. El rey francés ocupó el condado excepto los castillos del alto Ariege, que Jaime I rechazó entregarle, a pesar de que finalmente lo hizo el 8 de febrero de 1273. Un año y medio después Roger Bernat III de Foix-Castellbò fue liberado y prestó homenaje al rey de Francia, quien el año 1275 le devolvió parte de sus antiguos feudos, después de lo cual el conde Roger Bernat fue su fiel vasallo.

Jaime I informó por escrito a sus otros hijos para que no ayudasen al conde de Foix, ni que se lo pidiese su hijo Pedro II, motivo éste por el cual los aragoneses se empezaron a revolucionar contra el rey Jaime I (Noviembre de 1274). Aun así, el conde Roger Bernat III opuso resistencia armada tan sólo con sus tropas, confiando que le haría reaccionar a Jaime I contra los franceses, pero se equivocó. (Se perdieron los documentos de cuando el conde de Foix-Castellbò se opuso a dicha invasión, con excepción de dos cartas de ordenanzas municipales, una confirmando la otra: 1245 y 1290).

Como Roger Bernat III era feudatario del rey de la corona catalana-aragonesa por diversos territorios del Ariege, sucedió que la se le reclamó que debía entregar al rey algunos de sus castillos, entre los cuales, el muy bien fortificado de Cardona con ricos yacimientos de sal a ras de suelo, lo cual el rey consiguió el 8 de febrero de 1273. Entretanto, Roger Bernat III de Foix-Castellbò, el hijo de doña Brunisenda, el día 3 de junio de 1272 tuvo asediado su castillo de Foix por el rey de Francia, al que había sido rebelde, y tan pronto lo rindió fue encarcelado. Sería liberado a finales del mismo año a cambio de jurar fidelidad al rey de Francia, quien generosamente después le devolvió sus territorios. Así fue como Roger Bernat III, en 1276, capitaneó las tropas de los franceses en la conquista de Navarra con motivo de las luchas sucesorias. Ocupó la ciudad de Pamplona, la cual fue saqueada ignorando los derechos que el rey de la Corona de Aragón tenía sobre la capital de aquel reino.

Tal como hiciera su padre Roger IV de Foix-Castellbò, Bernat Roger III siguió negociando el viejo litigio sobre Andorra, oponiéndose al obispo Pere de Urtx, que trató de ejercer la co-señoría sin conseguirlo. El litigio fue presentado al Papa en 1243, y por fin consiguió el 1256 que se le liberase de la excomunión que le había impuesto el obispo de Urgel años antes. Roger Bernat III fue obligado a aceptar un gobierno compartido con su odiado mitrado de Urgel, de forma que ambos ejercerían con autoridad sobre los valles de Andorra.

En efecto, Roger Bernat III siguió actuando allí con poder absoluto. Se retiró sólo cuando el rey se lo exigió, en fecha 29.8.1286 (F.Carreras Candi transcribió la carta del ACA publicada en "Institución Notarial en Cataluña en el siglo XIII" Registro 66, hoja 172). Por ello Roger Bernat III, diez años después, fue obligado a reconocer la efectiva autoridad del obispo de Seo-Solsona sobre aquellos valles pirenaicos. De la firma del nuevo "Pareaje" nació la nacionalidad andorrana, país que sigue siendo actualmente cual una isla independiente entre España y Francia.

NOBLES CATALANES CONFABULADOS EN SOLSONA CONTRA JAIME I

Roger Bernat III, desde el día 1 de junio de 1274, fue el alma mater de las coaliciones nobiliarias contra el rey Jaime I, trasladándose todos los cabecillas confabulados a Solsona, donde con su cuñado, Ramón Folc V de Cardona, y un gran número de nobles se opusieron tres veces seguidas al rey Conquistador, a lo largo de su vida. Todo había empezado en 1268, cuando Jaime I reclamó para la Corona el castillo de Cardona, motivo por el cual el muy rico vizconde se alió enseguida con el conde de Foix, y otros muchos nobles, para evitarlo.

Además de las varias referencias bibliográficas que se incluyen en mi libro: "PATRONA DE SOLSONA, TESORO CATARO", añado la que se publican en el libro "Els Càtars del Berguedà", escrito por Mn. Enrich Bartrina, responsable del "Arxiu Diocesà i Comarcal de Solsona" (Lleida), consta escrito en lengua catalana: L'església de "Santa Maria de Puig-reig" conserva pintures d'interpretació dualista, les quals es relacionen amb les possibles filtracions del catarisme a les cases templeres pirinenques". En esa misma obra se puede leer que en el "Arxiu Diocesà de la Seu d'Urgell", se guarda un proceso inquisitorial del año 1250, en el cual la testimonio María Roca afirmó que a casi todas les casas del pueblecito de Gòsol del Berguedà, vivían herejes cátaros. Otro testimonio de nombre Aglesa, citó Solsona como la localidad donde los herejes de Gòsol se comunicaban con los de otras poblaciones.

Posteriormente el conde Roger Bernat III para defender a los herejes cátaros del Languedoc que huyeron en masa al sur de los Pirineos, a pesar de haber estado encarcelado con anterioridad, de nuevo participó en el sitio de Tragó junto al río Segre en 1286, aliado con Guillermo Ramón de Josa, ambos defensores de los herejes. (Entre los años 1282 y 1286, Roger Bernat III, de Foix-Castellbò, aún se vio obligado a firmar concordias en cuatro ocasiones).

(C) Ramón Ramonet Riu

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